viernes, 22 de octubre de 2010

LECCIÓN DE VIDA


"María…" escuché una voz que me llamaba con mucha emoción; al voltear vi a una compañera de universidad. La última vez que nos habíamos visto fue cuando coincidimos en el curso de locución profesional hace un poco más de un año. Al voltear se lanzó y me regaló un fuerte abrazo de ésos que se sienten en el alma; mi corazón se apretujó al verla con su pañoleta que cubría su cabeza sin cabello; al ver su rostro sin maquillaje y con cejas apenas saliendo, les confieso que un instante no sabía qué hacer, si preguntarle lo evidente, si correr o llorar, no por lástima, sino por una conmoción de sentimientos y recuerdos que llegaron a mí en un instante. Ella, creo que acostumbrada a situaciones como ésa, sin palabras me volvió a dar otro abrazo, a través del cual quise decirle tanto, deseé transmitirle tanto (espero haber podido) y en medio de ese abrazo, por fin pude pronunciar una frase común: "¿cómo estás?", me miró a los ojos y tras una sonrisa sincera, me dijo: "¡muy bien, amiga...!", y continuó diciendo: "estuve en tratamiento, ya lo terminé y estoy muy bien...". Sus palabras las sentí de verdad, no fue un cliché, su mirada, su cara, sus manos, su cuerpo entero, transmitían que se sentía BIEN. Luego me contó feliz de la graduación de su hija y después de un rato, yo empecé a sentir una profunda admiración por ella, por su fortaleza, por su lucha, por su AMOR a la vida.

El mes de octubre ha sido declarado el MES de la lucha del cáncer de seno, uno de los tantos tipos de cáncer que existen; son muchas las personas que han padecido o padecen de esta terrible enfermedad y aunque un porcentaje de ellos, a pesar de su lucha lamentablemente no logran salir airosos de ella, muchos otros sí lo hacen y es para ellos como un nuevo nacimiento que trae una visión distinta de la vida, llena de sensibilidad, solidaridad y amor, para ellos y para con los demás.

Hoy aprovecho este medio, para unirme a esta lucha, por mi abuela Chila, por las mujeres y hombres que día a día luchan contra él, por sus familiares, por la vida. La Organización Mundial de la Salud estima que un 40 por ciento de los cánceres se podrían evitar con tres medidas: no fumar, hacer ejercicio regularmente y llevar una alimentación saludable. Además, una tercera parte de los casos se podrían reducir si se detectaran y trataran precozmente; por eso la importancia del control y la autoexploración todos los meses.

Además, debemos tener en cuenta aquellas actividades que reducen las posibilidades, como son: Evitar exponerse a rayos X sin necesidad, evitar tomar hormonas si no se necesita, sobre todo si no las receta el médico, no fumar y reducir el consumo de alcohol al mínimo, hacer ejercicio diario, llevar una alimentación saludable y baja en grasas, no consumir alimentos procesados y tener un buen manejo emocional.

El cáncer no discrimina edades, razas ni condiciones sociales, ninguna mujer, ni hombre, está libre de peligro, así que un descuido puede ser mortal. Es responsabilidad de cada uno de nosotros cuidarnos para intentar tener cada día una mejor calidad de vida.

Gracias, Carmen, por esa lección de vida.

¿CUESTIÒN DE SUERTE?


La semana pasada tuve la oportunidad de participar en el montaje teatral Pinocho el espectáculo; al culminar la función escuché decir a alguien: "¡Qué suerte, se les llenó el teatro...!". Yo no pude más que sonreír al comentario y decirle: "suerte no… trabajo continuo de un equipo, ligado con mucho corazón...".

Esto me hizo recordar la historia que cuenta en su libro "Los pies en el suelo y la cabeza en las estrellas" el médico brasileño Lair Ribeiro cuando al tratar el tema de la suerte escribió y que hoy se las transcribo para ustedes.

"En el año 1975, yo vivía en el Teófilo Otoni, una ciudad situada al noreste del estado Minas Gerais, en Brasil. Ya era médico, especializado en cardiología, y tarde de un viernes recibí una llamada que cambió el rumbo de mi vida. Estábamos en vísperas de un largo fin de semana y tenía pensado descansar un poco cuando desde un hotel me comunicaron había un huésped al que le dolía el pecho.

Estaba a punto de emprender mi viaje, de modo que pedí que llamaran a otro cardiólogo, pero ya lo habían intentado y yo era su única esperanza. Cambié de planes y acepté. Hice un electrocardiograma al huésped y descubrí que había sufrido un infarto al miocardio. Lo llevé sin perder tiempo al hospital. Una vez allí, el paciente me preguntó si conocía a su hijo, Peter Maroko. Le respondí que sabía de él por sus trabajos de cardiología, pero que no tenía el placer de conocerlo personalmente.

Peter era un personaje muy importante, el jefe del departamento de investigaciones de la Universidad de Harvard. Dos días más tarde, llegó de Estados Unidos para colaborar en el tratamiento de su padre, se quedó con nosotros quince días. Un día antes de marchar, yo tenía que dar un seminario a los médicos del hospital, de todas las especialidades.

Sobre las arritmias en el infarto agudo del miocardio. Pues bien, como Peter quería asistir también, pedí permiso a mis colegas para subir el nivel de la conferencia, pues al fin y al cabo, se trataba de un prestigioso médico de una de las principales universidades de Estados Unidos. Terminado el seminario, Peter se acercó a mí y me preguntó: ¿Te gustaría ir a Harvard?".

Cuando Lair Ribeiro cuenta su historia muchos le dijeron: "¡Qué suerte tienes...!", a lo que él responde: "la suerte no tuvo nada que ver… yo estaba preparado, había estudiado mucho, y de pronto surgió una oportunidad...", y concluye con una frase que a mí particularmente me encanta, que dice: "La suerte se presenta cuando tu preparación personal encuentra una oportunidad...".

Muchas personas esperan que la suerte les toque, compran amuletos para la buena suerte, pero cuando se evalúa el fondo de eso que ellos llaman mala suerte, muchas veces simplemente es que no han estado preparados para las oportunidades que se les presentan.

Estamos en un mundo globalizado, donde muchos están o se están preparando constantemente para competir y obtener las oportunidades; el que mejor lo esté, ése tendrá suerte. Y si a esa preparación le añadimos tesón, constancia y amor, las oportunidades serán mayores.

viernes, 2 de julio de 2010

Entre Deberes y Derechos




Hay responsabilidades que se presentan en la vida de los seres humanos y que se deben cumplir porque son un deber, que puede ser a su vez, de tipo legal, moral, cultural y/o ético. Por ejemplo, respetar la vida de otros es un deber y el no cumplimiento genera sanciones establecidas en ley; cumplir con las normas de cortesía es un deber, que si no se hace, se sufre de señalamiento social y moral; cumplir con el horario de trabajo, es un deber ético y que puede hasta acarrear sanciones legales. Así podemos ejemplificar todos los actos sociales-humanos, todos pueden ser enmarcados en listas de deberes y derechos y los cuales existen, para mantener y generar la convivencia social.
Pensar en que todo lo que se hace es un deber o un derecho puede generar en algunos sentimientos de rebeldía, de rabia, de molestia, de estrés. Pero, ¿Por qué a aquellos padres que desearon tener un hijo, no les molesta cumplir con el deber de mantenerlos y velar por ellos?, ¿Por qué a ese deportista famoso, no le estresa tener que dejar otras cosas prioritarias por una final? ¿Por qué a ese estudiante que siente que se forma en la carrera desea, cumple con el deber de estudiar sin pensar en las sanciones?, ¿Por qué existen profesionales que cumplen con las funciones y las normas que le exige su trabajo sin molestarse que las mismas sean un deber? Ya lo dijo una vez Tolstoi “El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace”. Cuando se hace algo con amor, porque se quiere y se cree en lo que se hace, eso que se hace, así sea un deber deja de ser una carga pesada, para convertirse en un deseo profundo, que llena la vida de alegrías y felicidades.
Cada ser humano, es responsable de su propia vida, de su propia felicidad, nadie mas lo es, ni el pasado, ni los padres que tuvo, ni el ambiente donde se crió y ni siquiera el destino… está semana escuche a una madre decir frustrada y dolida, refiriéndose a sus hijas que están en un proceso de rebeldía generada por la violencia psicológica ejercida toda sus vidas por su padre “Yo di mi vida por ellas, yo deje de pensar en mí por ellas, yo deje de vivir para mí por ellas, yo acepte vivir así con su papá para poder asegurar que tuviesen una casa, comida, estudios, y ahora siento que me culpan por eso”, ahora yo les pregunto ¿Es responsabilidad, de sus hijas que ella aguantó por tantos años el maltrato?, ¿Se puede culpar a las hijas porque su madre creyó en un momento dado que lo que hacia estaba bien? Ciertamente hay un dicho que dice, “los hijos no nacen con un manual de crianza bajo el brazo”, por eso los padres pueden cometer grandes errores, pero gracias a Dios, antes que se nos acabe la vida siempre podremos rectificar e intentar subsanar las heridas producidas (que quizás requieran tiempo y ayuda) y así, tomar decisiones que nos lleven a la felicidad…Total yo creo que ese en nuestro único y real deber “Ser Felices”, por supuesto, respetando los derechos de los demás.

lunes, 8 de marzo de 2010

HE SIDO ELIGIDO PARA APLAUDIR


¿Cuántas veces has esperado más de la vida y has recibido menos? A continuación le presento una pequeña historia que llegó a mí gracias al licenciado Luis Eduardo Ibarra. "Jaime estaba intentando conseguir una parte en una obra de la escuela. Su mamá me dijo que había puesto su corazón en ello, pero aun así temía que no fuera elegido. El día en que fueron repartidas las partes de la obra, yo estuve en la escuela, Jaime salió corriendo con los ojos brillantes de orgullo y una gran emoción... ¿Adivina qué, mamá?... -y dijo gritando las palabras que permanecerán como una lección para mí-: "¡He sido elegido para aplaudir y animar!".

De esta historia se pudieran hacer dos interpretaciones subjetivas. En la primera de ellas, se podría decir que quien esperaba que Jaime obtuviera un gran papel en la obra de la escuela era su mamá, quien temía que eso no ocurriera, era su mamá... no Jaime. Este caso no es excluyente de la realidad. ¿Acaso usted no se ha encontrado con personas que por el hecho de desear buenas cosas a sus hijos, a sus familiares, a sus amigos, sufren grandes angustias y ansiedades porque sienten que el otro (los que ama) no ha recibido lo que se merece? "Es que mi hija se merecía un hombre mejor..." "íqué dolor que mi hijo no tiene el puesto que merece...!", "Es que mi familiar no vive en una casa como la de nosotros...". Cuando oigo frases como ésas, me pregunto... ¿Eso será una suposición e interpretación de la realidad o realmente preguntó si era así?, y en la mayoría de los casos son interpretaciones que impiden comprender, por ejemplo, que quizás el hombre que "eligió" la hija no será el mejor según la visión de su mamá, pero sí es el que ella quiere y con el cual se siente bien... que quizás el hijo no tiene el puesto de trabajo que ella, como madre, desea para él; sin embargo, quizás en ese empleo su hijo se sienta bien... quizás su familiar no vive en la casa soñada por ella, pero quizás es la casa que soñó su familiar. Vivir angustias por las elecciones que otros toman de su vida es innecesario y agotador; cada persona tiene sus propias expectativas de vida, que quizás no son las que uno tiene, pero son "sus expectativas", son sus deseos, son sus decisiones, quizás erradas, quizás correctas, pero son sólo suyas; sólo toca a los seres que les aman estar allí, en presencia y en distancia.

La otra lección que se pudiera tomar de la historia inicial es sobre la "actitud" de Jaime, "... con ojos brillantes de orgullo y una gran emoción... íHe sido elegido para aplaudir y animar!". Son muchas las circunstancias, las situaciones, los proyectos, los deseos, que por causas mayores, ajenas o externas a nosotros, que no podemos manejar, no resultan como se esperaba; sin embargo, existe algo que sí se puede manejar, que sí se puede controlar, y ese algo es nuestra "actitud" sobre eso que pasa, se puede decidir tomar una actitud positiva o negativa ante eso que ocurrió.

Ojalá aprendamos hoy de Jaime que el papel que nos toca hacer en la obra de la vida es el mejor. Y es ése que debemos vivir (no el papel de otro). Y que al final no hay papel insignificante, sólo hay actitudes pobres.

sábado, 6 de febrero de 2010

Inteligencia espiritual



El fin de semana, visitando a unas amigas, me encontré con el libro de Tony Buzan titulado "El poder de la inteligencia espiritual" y sobre el cual quiero compartir con ustedes hoy. Pero antes de comentarles sobre los aportes de Buzan en su escrito, vamos a compartir ¿qué será eso de inteligencia espiritual?

"La inteligencia espiritual (IE) no es un monopolio de las religiones, es un patrimonio del hombre" (Dr. Horacio Krell), y es que no se puede confundir ser religioso con ser espiritual. Ser IE es vivir en la búsqueda de la felicidad, del buen vivir, de la autorrealización "estando consciente de la visión global sobre ti mismos y sobre el universo, del lugar que se ocupa en él y de tu propósito" (Buzan). La IE se ocupa de la trascendencia, de los juicios, actitudes, comportamientos basados en valores superiores como: el conocimiento, la compasión, la cooperación, perdón, gratitud, humildad y el servicio, de comprender que somos parte de un todo con el cual necesitamos estar en contacto; y es que los defensores del concepto de inteligencia espiritual respaldan lo expresado por Tilhard de Chardin: "No somos seres humanos que tienen una experiencia espiritual; somos seres espirituales que tienen una experiencia humana".

Sobre este basamento, Buzan considera la IE como la más importante de las múltiples inteligencias que tiene el hombre, pues para él ésta posee el poder de transformar la vida, la civilización, el planeta y el curso de la historia. En tal sentido, Buzan plantea en su texto diez técnicas que pueden desarrollar esta inteligencia; una de ellas es lo que él denomina "tu visión de vida y tu propósito" y la cual se refiere a la habilidad para pensar o planificar el futuro con imaginación y sabiduría, y una vez definido llegar a comprometerse con eso que se visiona. Recordemos que cuando se habla de visión se habla de un "adónde se quiere llegar", qué se quiere lograr, cuál es el objetivo de vida. Para este punto específico Buzan plantea un ejercicio espiritual:

1.- Decide la meta de tu vida: Elige tu visión y propósito de vida, y una vez seleccionada COMPROMETETE con ella.



2.- Haz tuya tu visión: así la hayan copiado de alguien, debes recordar que a partir del compromiso esa visión "es sólo tuya... tú eres el amo de tu destino y capitán de tu alma".

3.- Ayuda a los demás: contribuye con quienes te rodean, con la sociedad, pero hazlo con actitud positiva.

4.- Responsabilidad N 1 "Haz que el mundo sea un lugar mejor": que en el paso de tu vida, ya sea a través de acontecimientos grandes o pequeños, siempre dejes un mundo mejor al que estaba.

5.- Responsabilidad N 2 "Cuida de ti mismo por tu propio bien": con buena alimentación, con buenos hábitos.

6.- Inspírate con los demás. Lee, estudia, aprende, guíate de otros.

7.- Analiza tu diálogo interno: mantén siempre contacto con tu centro... contigo mismo.

Y el último es "recuerda siempre que tu vida es un don: un don único, precioso, que merece vivir plenamente y vivir bien.

"Ningún hombre sin una visión realizará jamás una gran esperanza o emprenderá una gran empresa".

(Woodrow Wilson)

domingo, 17 de enero de 2010

BENDICIONES PARA EL AÑO NUEVO


FELIZ 2010 QUERIDOS LECTORES y para comenzar este nuevo año, deseo plasmar en las próximas líneas una Antigua Bendición que se le atribuye a los Celtas y que llegó a mis manos, gracias a la profesora Jazmin Sambrano quien me la regalo hace un par de años y desde entonces la he guardado y compartido con otros porque me parece que contiene y resume lo mejor que se pueda desear a otro ser, por eso, hoy se las regalo y se las dedico a ustedes.

Para este año que se inicia yo deseo para ti… “Que el camino salga a tu encuentro, que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos, y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano. Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que siempre quieras vivir plenamente. Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron, pero nunca olvides recordar aquellas que te alegraron. Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos, pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron fieles. Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron, pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día. Que el día más triste de tu futuro, no sea peor que el día más feliz de tu pasado. Que nunca caiga el techo encima de ti y que los amigos reunidos debajo de él nunca se vayan. Que siempre tengas palabras cálidas en un anochecer frío, una luna llena en una noche oscura, y que el camino siempre se abra a tu puerta. Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte. Que el Señor te guarde en su mano, y no apriete mucho su puño. Que tus vecinos te respeten, los problemas te abandonen, los ángeles te protejan, y el cielo te acoja… Que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero. Que la buena suerte te persiga, y cada día y cada noche tengas muros contra el viento, un techo para la lluvia, bebidas junto al fuego, risas para que te consuelen aquellos a quienes amas, y que se colme tu corazón con todo lo que desees. Que Dios esté contigo y te bendiga, que veas a los hijos de tus hijos, que el infortunio te sea breve y te deje rico en bendiciones. Que no conozcas nada más que la felicidad. Desde este día en adelante, que Dios te conceda muchos años de vida, de seguro Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles. Que el camino salga a tu encuentro. Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos… y así sea cada año y para siempre”

Vivir plenamente, confiar en Dios, olvidar lo malo y lo que entristece, recordar lo que alegra y hace feliz, buscar sabiduría, lograr la paz interna, son algunos de los mensajes y deseos que nos da y desea la bendición celta antes transcrita, ojala podamos lógralos.

Adicionalmente para este año deseo seguir contando con ustedes, con su atención y sus comentarios que hacen crecer semana a semana este espacio, que desde su creación busca aportar pequeñas chispas para la vida.

domingo, 3 de enero de 2010

Gracias a la vida

Faltan pocos días para culminar el año y recibir uno nuevo; por eso la semana pasada compartía con ustedes lo que para mí y para otras personas que conozco significa la llegada de la Navidad. Hoy deseo que sean mis cómplices y también mi eco para al elevar este tiempo de reflexión, de introspección, de búsqueda y también de evaluación de resultados mi profundo agradecimiento a la vida.

Agradecer a la vida es agradecer las risas y las lágrimas, es agradecer a los que están a mi lado en este momento y a los que estuvieron, es agradecer por lo obtenido y lo perdido, es agradecer los amores y los desamores, es agradecer lo aprendido, es agradecer por la familia, por los amigos, por los compañeros y por todas aquellas personas que en algún momento se cruzaron en el camino.

Hay tantos momentos en que se pronuncia la palabra "gracias" que muchas veces se pierden su esencia y su profundidad.

Por eso hoy me permito elevar un inmenso y profundo "gracias" a ti, abuela, por tus cuidados, por tus arepas en la mañana y para la escuela, por tus desvelos, por tus manos milagrosas que con sólo acariciarme hacían desaparecer cualquier dolor; aun hoy cuando no estás te recuerdo y te siento intensamente, Gracias a ti, mamá, por siempre creerme, apoyarme, enseñarme, ser mi luz, mi calma, gracias por amarme con todo lo que eres. Gracias, papá, por enseñarme los valores de solidaridad, generosidad cuando era niña, y gracias por enseñarme de grande que nunca es tarde para cambiar si así realmente se desea. Gracias, familia, a los Maldonado, a los Sibada; ustedes han sido mi equilibrio, por un lado me dieron el ejemplo y el ímpetu para desear y lograr ser una profesional, y por otro me enseñaron que el don de gentes no se recibe con el título, sino que se aprende con familia como ustedes.

Mil gracias, hermana Ahida Mercedes, por el primer gran ángel en mi vida; creo que nunca sabrá cuánto me dejó y me enseñó. Gracias a mis amigos de infancia, de liceo, de universidad, de trabajo, de sueños. Gracias a ti, grupo RE, por regalarme con cada obra, con cada producción, con cada viaje el valor de la libertad, de la locura cuerda, por regalarme el otro lado del mundo. Gracias también por traer a mi vida los hermanos que nunca tuve, y especiales gracias a ti, Garmen, por ser mi familia más allá de la sangre.

Gracias a mi trabajo, por permitir compartir y con mis alumnos de los cuales aprendo cada día y me llenan de energía. Gracias al teatro, a Dando Respuesta y a mi amigo Simón. Gracias a mi carrera, gracias a este medio de comunicación por permitirme escribir cada miércoles para ustedes reflexiones y chispas para la vida.

Y como cantaba Mercedes Sosa... "Gracias a la vida que me ha dado tanto, Me dio dos luceros que cuando los abro, Perfecto distingo lo negro del blanco... Gracias a la vida que me ha dado tanto, me ha dado el oído que en todo su ancho, graba noche y día grillos y canarios, martirios, turbinas, ladridos, chubascos... Gracias a la vida que me ha dado tanto, me ha dado el sonido y el abecedario, con él, las palabras que pienso y declaro madre, amigo, hermano... Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me dio el corazón que agita su marco. Cuando miro el fruto del cerebro humano. Cuando miro el bueno tan lejos del malo... Gracias a la vida que me ha dado tanto...

Gracias a ustedes por leerme. Gracias, Dios, por mis padres, por mi familia, por mis amigos que no pude nombrar aquí, por los ángeles que me has enviado, por los amores, por las alegrías y los llantos. Gracias, Dios, por darme esta vida que tengo y todo lo que ha estado y está en ella.


Publicado el 18 de Diciembre 2009. (Notitade la costa)