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Una tarde de esta semana me encontré con una compañera de trabajo en una panadería, y cuando nos saludamos, me pregunto “profe... que va hacer?... le invito un café” en ese momento llego a de mis recuerdos las palabras del padre Ricardo Bulmez en una de sus conferencias, en ella dijo “si alguien le invita un café, no diga que no… esa persona seguro no desea un café… lo que quiere es compañía para hablar”... esto retumbo en mi pensamientos y me dije “Maria, acepta el café”, lo extraño de todo es que mi compañera y yo no éramos amigas y ni siquiera antes de esto habíamos compartido mas que saludos de cortesía y alguna conversación sin profundidades, sin embargo en esta oportunidad nos sentamos y empezamos hablar de todo un poco, hasta que se creo un ambiente de cordialidad, de empatía, de confianza, que permitió que ella en un momento me dijera “ deseo contarte algo, es que si no lo digo a alguien me ahogo”… en ese momento me imagine a Ricardo Búlmez diciéndome “Viste Maria Wincar… que lo que quería era hablar”, entonces me empezó a contar una situación que es común para muchos seres humanos, por eso y con el permiso de ella lo comparto con ustedes hoy.
Inició contándome de un nuevo amor, de la nueva ilusión que está viviendo y de lo difícil que fue darse la oportunidad de aceptarlo luego de tantos años de separación de su esposo, “No fue fácil… aun no es tan fácil” me dijo, “pero aun así y superando el miedo que me daba que mis hijos supieran, que mi madre se enterara, me di la oportunidad”… “Se que me él me quiere, pero sabes? A veces tengo miedo que me deje… y ese miedo me da rabia”… yo le pregunte “¿ y que te da miedo?” “me da miedo equivocarme, me da miedo que mi madre tenga razón cuando me dice: Ya tú estas muy vieja para la gracia… me da miedo que me vuelvan a herir…" y entonces le volví a preguntar "y si las cosas al final no resultan como esperas… ¿Qué pasa?” me miró fijamente y con los ojos sollozos, pero llenos de negación e impotencia me dijo “me va a doler, voy a llorar y eso me va a dar mucha mucha rabia”… y no pude contenerme y le pregunte “Y si lloras y si te da rabia ¿Qué pasa?…” con la mirada ahora despierta y vivaz me dijo “No Maria… a mi no me gusta tener rabia… ese es un sentimiento que no me permito sentir… además eso luego me hace llorar y no quiero que la gente vea que soy débil”, les puedo decir queridos lectores que la conversación siguió, el desahogo por parte de mi compañera continuo por casi tres horas tomando tan solo Un Café, pero tan solo este trozo de conversación que he compartido con ustedes me hizo preguntarme y también deseo que ustedes se pregunten… “Por que le tenemos tanto miedo a sentir miedo?... ¿Por qué tenemos tanto miedo a que la gente vea que no somos perfectos?... ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar, comprender y vivir nuestras emociones sin autoreproches?...”
Las emociones tales como miedo, rabia, amor, tristeza, son parte de la naturaleza humana, no debemos temer sentirlas, lo que debemos es aprender a entender el por que surge alguna de ellas en un momento dado (la causa) y así lograr controlarlas para que sus efectos no nos dañen a nosotros y a las personas que amamos y por supuesto esto nos dará la habilidad y poder de manejarlas y modificarlas a propia voluntad, esto es lo que llamaría a grandes rasgos Daniel Goleman Inteligencia Emocional.
Así pues, queridos lectores que no nos de miedo sentir emociones pues ese será siempre el reflejo de que tenemos el don y el regalo mas divino que alguien pueda tener LA VIDA.
Inició contándome de un nuevo amor, de la nueva ilusión que está viviendo y de lo difícil que fue darse la oportunidad de aceptarlo luego de tantos años de separación de su esposo, “No fue fácil… aun no es tan fácil” me dijo, “pero aun así y superando el miedo que me daba que mis hijos supieran, que mi madre se enterara, me di la oportunidad”… “Se que me él me quiere, pero sabes? A veces tengo miedo que me deje… y ese miedo me da rabia”… yo le pregunte “¿ y que te da miedo?” “me da miedo equivocarme, me da miedo que mi madre tenga razón cuando me dice: Ya tú estas muy vieja para la gracia… me da miedo que me vuelvan a herir…" y entonces le volví a preguntar "y si las cosas al final no resultan como esperas… ¿Qué pasa?” me miró fijamente y con los ojos sollozos, pero llenos de negación e impotencia me dijo “me va a doler, voy a llorar y eso me va a dar mucha mucha rabia”… y no pude contenerme y le pregunte “Y si lloras y si te da rabia ¿Qué pasa?…” con la mirada ahora despierta y vivaz me dijo “No Maria… a mi no me gusta tener rabia… ese es un sentimiento que no me permito sentir… además eso luego me hace llorar y no quiero que la gente vea que soy débil”, les puedo decir queridos lectores que la conversación siguió, el desahogo por parte de mi compañera continuo por casi tres horas tomando tan solo Un Café, pero tan solo este trozo de conversación que he compartido con ustedes me hizo preguntarme y también deseo que ustedes se pregunten… “Por que le tenemos tanto miedo a sentir miedo?... ¿Por qué tenemos tanto miedo a que la gente vea que no somos perfectos?... ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar, comprender y vivir nuestras emociones sin autoreproches?...”
Las emociones tales como miedo, rabia, amor, tristeza, son parte de la naturaleza humana, no debemos temer sentirlas, lo que debemos es aprender a entender el por que surge alguna de ellas en un momento dado (la causa) y así lograr controlarlas para que sus efectos no nos dañen a nosotros y a las personas que amamos y por supuesto esto nos dará la habilidad y poder de manejarlas y modificarlas a propia voluntad, esto es lo que llamaría a grandes rasgos Daniel Goleman Inteligencia Emocional.
Así pues, queridos lectores que no nos de miedo sentir emociones pues ese será siempre el reflejo de que tenemos el don y el regalo mas divino que alguien pueda tener LA VIDA.
Una de las razones por las cuales detesto los consejos (aparte de ser psicologo) es que ocmo decia la Madre Teresa de Calcuta "detras de un acto altruista siempre hay un ego perverso".
ResponderEliminarComo psicologo me niego a dar consejos ya que todos los que profesamos esta carrera sabemos lo dañino que esto puede ser, pero tambien es verdad que la ansiedad social obliga siempre a quien detenta un titulo de salud mental, a darlo.
Estuve leyendo tus consejos sobre vivir las emociones y en este excelente articulo, eso me parecio como un lunarcito cancerigeno. Te explico: Vivir las emociones o como tu dices no tenerle miedo a las mismas es un consejo bueno pero superficial, por ejemplo: que pasaria si una de esas emociones es paranoica?, o por el contrario es delirante?, o si al caso vamos, que pasaria si esa emocion es derivada de un pensamiento antisocial o esquizo paranoide?? Y QUE PASARIA SI ESA PERSONA LEE ESE CONSEJO: VIVE LAS EMOCIONES?? pues te diria que haria esa persona: violaria a alguien, se suicididaria, mataria a alguien o cometeria cualquier locura. Por eso los psicologos no damos consejos y mucho menos generales: ESO PUEDE SER PARTE DE UNA CORESPONSABILIDAD ANTE UN HECHO NEGATIVO. Siempre he pensado que quienes dan consejos son personas de buen corazon,pero que no saben nada de psicologia y mucho menos del daño que pueden hacer. UN consejo para que sea inocuo debe ser muy general, que implique conductas patologicas y no patologicas y que pueda ser interprestado siempre de una manera proactiva y no interpretativa. Asi que quedaria mejor si dijeras: "vive tus emociones, sin hacerte daño a ti ni a los demas, teniendo en cuenta que una emocion debe ser pasajera y que si no es, entonces estas en presencia de un sentimiento y si este es muy negativo, debes buscar ayuda profesional". Ese es un consejo mas propio de una estudiante de psicologia y no de una mas de las teoricas de la autoayuda que solo sirven para pasear el narciso y vender libros, ESA NO ERES TU, tu estas muy lejos de ser ese tipo de persona.
Un beso inmenso
Mi pretensión en este articulo a través de la narración de mi vivencia con mi compañera es que no le temamos a las emociones, precisamente por ser de naturaleza humana... sin embrago también escribo (acepto que de manera muy muy general, pero el espacio del periódico es así) es que debemos aprender a entenderla, a reconocer cual y porque surgen en un momento determinado, para así poder controlarlas cuando sus efectos nos hagan daño o causen daños a terceros.
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