La semana pasada estuvimos compartiendo sobre la resiliencia y cómo ella era psicológicamente definida como la cualidad de resistir, reanimarse, superarse positivamente después de haber padecido un golpe o vivido una situación traumática o adversa, convirtiéndose en un ser humano moral, que consiga hacer el bien a su alrededor por propia decisión, no por coacción, ni por resentimiento. Si aceptamos la afirmación de algunos teóricos que plantean que la resiliencia es una cualidad humana que todos tenemos y que sólo debemos desarrollarla, nos preguntamos ¿cómo hacerlo? Pues sin ánimo de convertir este artículo en un recetario, voy a exponer lo que algunas nuevas corrientes plantean.
La Programación Neurolingöística, por ejemplo, plantea en uno de sus principios que el mapa no es el territorio y en otro que el problema no está en el hecho en sí (la situación adversa), sino en la forma que codificamos mentalmente ese hecho, en pocas palabras es no enfocarnos en el negrito del arroz, sino darnos cuenta de cuántos arroces blancos existen a mi alrededor. Ustedes dirán al leer estas líneas... "eso no es nada fácil... ver lo bueno cuando uno siente y vive algo malo" y tienen toda la razón, es que nadie a dicho que sea fácil, por eso debemos intentar desarrollar cualidades y competencias como la resiliencia y si en algún momento estando inmerso en una situación difícil (y aun queriendo) no se consigue la luz y sólo se mantienen por tiempo prolongado pensamientos negativos y sentimientos desbastadores entonces busquemos ayuda profesional, hasta esa decisión de buscar ayuda cuando sólo no se puede es signo de ser resiliente, es signo de ser inteligente, de ser y comportarse con madurez.
Otro autor como Stephen Covy plantea una forma de ver la vida en situaciones displacenteras, él llama a esta propuesta la relación 90-10 y en la cual plantea que el 10% de la vida esta relacionado con lo que nos pasa y el 90% de nuestra vida esta determinada por la forma en que reaccionamos a eso que nos pasa, desde la perspectiva de Covy, todos los seres humanos no poseemos control sobre tan sólo un 10% de nuestra vida, es decir, ciertamente no podemos controlar las colas en las autopistas y en toda la ciudad, ni las colas en los bancos, como tampoco los fenómenos naturales y mucho menos podemos controlar la perdida de un ser amado, pero definitivamente sí podemos controlar como reaccionamos ante ese diez por ciento, nuestra actitud ante eso que no controlamos. Queridos lectores tenemos el 90 % de poder en nuestras manos, podemos decidir por ejemplo, ante una cola en un banco si nos ponemos malhumorados, lo que nos puede llevar a reaccionar negativamente contra los responsables y no responsables de dicha cola o simplemente hacer la cola sin estrés, compartiendo positivamente con la gente a nuestro alrededor y hacer que pase el tiempo mas amigablemente. Tenemos el 90 % para Ser y Actuar como seres Resilientes y esto es un ingrediente para lograr el éxito y la felicidad en nuestras vidas, ya lo dijo Covy "una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo, ser despedido, te puedes estresar, te puede enfermar, entre otros tantos efectos.
De los seres vivos, los seres humanos son los únicos dueños de su propio ser "El propio dominio", son el único ser que tiene la dicha del "Libre Albedrío", entonces no tenemos excusas para vivir pegados a la infelicidad.
Hoy por solicitud de un querido lector llamado Ramiro Alvarez les dejo mi número telefónico 0412-4607994. Hasta la próxima semana
Publicado en Notitarde la Costa el Viernes 11 Sep 2009
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