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Hay responsabilidades que se presentan en la vida de los seres humanos y que se deben cumplir porque son un deber, que puede ser a su vez, de tipo legal, moral, cultural y/o ético. Por ejemplo, respetar la vida de otros es un deber y el no cumplimiento genera sanciones establecidas en ley; cumplir con las normas de cortesía es un deber, que si no se hace, se sufre de señalamiento social y moral; cumplir con el horario de trabajo, es un deber ético y que puede hasta acarrear sanciones legales. Así podemos ejemplificar todos los actos sociales-humanos, todos pueden ser enmarcados en listas de deberes y derechos y los cuales existen, para mantener y generar la convivencia social.
Pensar en que todo lo que se hace es un deber o un derecho puede generar en algunos sentimientos de rebeldía, de rabia, de molestia, de estrés. Pero, ¿Por qué a aquellos padres que desearon tener un hijo, no les molesta cumplir con el deber de mantenerlos y velar por ellos?, ¿Por qué a ese deportista famoso, no le estresa tener que dejar otras cosas prioritarias por una final? ¿Por qué a ese estudiante que siente que se forma en la carrera desea, cumple con el deber de estudiar sin pensar en las sanciones?, ¿Por qué existen profesionales que cumplen con las funciones y las normas que le exige su trabajo sin molestarse que las mismas sean un deber? Ya lo dijo una vez Tolstoi “El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace”. Cuando se hace algo con amor, porque se quiere y se cree en lo que se hace, eso que se hace, así sea un deber deja de ser una carga pesada, para convertirse en un deseo profundo, que llena la vida de alegrías y felicidades.
Cada ser humano, es responsable de su propia vida, de su propia felicidad, nadie mas lo es, ni el pasado, ni los padres que tuvo, ni el ambiente donde se crió y ni siquiera el destino… está semana escuche a una madre decir frustrada y dolida, refiriéndose a sus hijas que están en un proceso de rebeldía generada por la violencia psicológica ejercida toda sus vidas por su padre “Yo di mi vida por ellas, yo deje de pensar en mí por ellas, yo deje de vivir para mí por ellas, yo acepte vivir así con su papá para poder asegurar que tuviesen una casa, comida, estudios, y ahora siento que me culpan por eso”, ahora yo les pregunto ¿Es responsabilidad, de sus hijas que ella aguantó por tantos años el maltrato?, ¿Se puede culpar a las hijas porque su madre creyó en un momento dado que lo que hacia estaba bien? Ciertamente hay un dicho que dice, “los hijos no nacen con un manual de crianza bajo el brazo”, por eso los padres pueden cometer grandes errores, pero gracias a Dios, antes que se nos acabe la vida siempre podremos rectificar e intentar subsanar las heridas producidas (que quizás requieran tiempo y ayuda) y así, tomar decisiones que nos lleven a la felicidad…Total yo creo que ese en nuestro único y real deber “Ser Felices”, por supuesto, respetando los derechos de los demás.